¿Que puede haber más relacionado con el cerebro que la felicidad que nos produce una alegre experiencia?
Ayer probé el nuevo aceite de arbequinita. Sabroso, verde, denso, fresco y tan vivo que me parecía estar experimentando el propio árbol en vez de su fruto. Todas mis neuronas empezaron a bailar de alegría.
No tengo mejor ejemplo para poneros que este simpático video de Bobby MacFerrin. Músico y Feliz donde los haya, en el que nos demuestra con audacia y frescura el poder de la música a través de la escala pentatónica:
http://www.youtube.com/watch?v=ne6tB2KiZuk
que divertido para practicar con los enanos!
domingo, 8 de noviembre de 2009
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