jueves, 12 de agosto de 2010

“El Búho que no podía ulular”

Este cuento de Robert Fisher nos habla de la búsqueda del sentido de la vida y nos recuerda valores fundamentales de la existencia humana, reflejándolos en animales. Trata de un pequeño búho que no es capaz de emitir el sonido propio de su especie, sino un sonido que ofende a los ancianos de su aldea. El bebé, a pesar de los esfuerzos de sus padres, no logra entonar el tradicional “who” (en inglés quien), sino que no deja de repetir “why” (por que). Entonces es expulsado del bosque y con tristeza abandona a sus padres. En su camino, se encuentra con un patito que tiene el mismo problema, ya que en lugar de decir “cuac” entona un desafiante “cuic”. Los dos compañeros se alejan en busca de aventuras, felices de encontrar compañía. Se dirigen a la ciudad, pues el pato está decidido a estudiar medicina y el búho, para no quedarse solo, se determina a ingresar a la universidad con su nuevo amigo. Allí, descubren que los animales no pueden ingresar a las universidades y aunque pudieran, antes deberían estudiar muchos años. Se sienten bastante perplejos y tristes. Entonces, preguntan a las personas a que se dedican para encontrar algo que sea de su agrado. Pero descubren que los hombres no son felices, sino que se afanan en tener dinero para gastar. Ellos no quieren esta vida vacía. Entonces, descubren que deben aceptarse como son y valorar su verdadera identidad como búho y pato para poder volver con sus familias.

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